lunes, 26 de mayo de 2008

El Prius de Toyota: desarrollo Lean

El Prius está de moda. Durante el mes de Abril, este modelo de Toyota se ha convertido en el coche híbrido más popular del mercado y superó la barrera del millón de unidades vendidas en todo el mundo desde su lanzamiento, hace ahora 11 años. Hasta ahora el Prius siempre había despertado la curiosidad del público por ser el primer modelo de automóvil fabricado en grandes volúmenes que monta a la vez, un motor de combustión y otro eléctrico. Pero el incremento en los precios de los combustibles y la creciente conciencia medioambiental de los consumidores, ha permitido a Toyota alcanzar a comienzos de 2008 una cifra de ventas que el gigante japonés preveía alcanzar a comienzos de la próxima década.

Hasta aquí todo parece similar a la historia habitual del lanzamiento de otro coche al mercado, pero el Prius nunca ha sido para Toyota un modelo mas. Desde los origenes en el desarrollo del nuevo producto, Toyota quiso hacer un vehiculo diferente, que cubriera unas necesidades de consumo y rendimiento energético que a día de hoy, parecen evidentes y necesarias con el petróleo a 130 dólares, pero que en año 1993, cuando todo esto empezó, nadie hubiera podido imaginar. El resultado es que Toyota tiene el primer vehículo hibrido del mercado, lo produce en cantidades significativas para todos los mercados y los demás fabricantes de automóviles todavía vienen detrás, muy lejos. Nada es fruto de la casualidad. Está sucediendo algo similar a lo que ocurrió durante la primera crisis del petróleo de 1973, cuando los coches japoneses comenzaron a venderse en el mercado americano como rosquillas. Déjenme que les cuente la historia de Prius.

A principios de los años 1990, en el punto más alto de la burbuja económica japonesa y cuando el negocio de la compañía Toyota continuaba creciendo a un ritmo extraordinario, el entonces presidente de la empresa Eiji Toyoda, era consciente de que esa situación no duraría siempre. Durante un consejo de administración, Toyoda preguntó a sus directivos: “¿En el futuro, deberíamos seguir construyendo coches como lo hacemos ahora? ¿Podremos sobrevivir en el siglo XXI con el tipo de diseño y desarrollo de productos que tenemos hoy en día?”. A raíz de estas cuestiones planteadas por el propio Eiji Toyoda, la firma automovilística decidió lanzar un proyecto al que denominó Global 21 (G21), con el objetivo de desarrollar el coche del nuevo siglo, un vehículo de bajo consumo de pequeño tamaño y con gran habitabilidad interior. Se decidió que el nuevo modelo, debería tener un 50% menos de consumo que los coches pequeños de la época, como el Corolla.

En julio de 1994 y una vez el G21 hubo definido el concepto del nuevo automóvil del siglo XXI, Toyota hizo algo atípico; nombró a Takeshi Uchiyamada ingeniero jefe del proyecto. Uchiyamada hasta ese momento no llevaba una carrera profesional dentro de la compañía que le señalara para un puesto como ese, pero finalmente aceptó el reto. Había en Uchiyamada ciertas características personales y profesionales que hacían que él pudiera ser el líder perfecto para el nuevo proyecto. Uchiyamada se había formado en los departamentos de desarrollo de la casa y por lo tanto era un buen conocedor de la tecnología. Tenía dotes organizativas y capacidades para cambiar los procesos de desarrollo de automóviles hasta ahora establecidos en Toyota. Y por último, aportaba la frescura necesaria para cambiar los procesos y los productos, desde una nueva perspectiva. Seleccionando a Uchiyamada, los ejecutivos de Toyota escogieron intencionadamente a un ingeniero jefe que debía “inventar” un nuevo método de desarrollar los coches del siglo XXI, que era otro de los objetivos perseguidos por el G21.



Una de las primeras cosas que hizo Uchiyamada, fue crear un equipo de expertos interdisciplinario, que integraba todas las funciones de diseño y que le otorgaba un mayor control a él, al jefe del proyecto. Este equipo y la nueva dinámica creada por su líder, trajo consigo una nueva forma de trabajar en el departamento de diseño de Toyota. Utilizando como centro neurálgico una gran sala de reuniones, en japonés obeya, allí se revisaba el progreso del programa y se discutían las decisiones clave con los diferentes grupos de desarrollo. Esta manera de trabajar, continúa actualmente siendo el método estándar de trabajar en Toyota. Después de varias sesiones agotadoras y diversos brainstorming, los equipos identificaron las ideas principales que creyeron, iban a guiar el desarrollo del nuevo vehículo, sintetizándolo en una frase que acabó convirtiéndose en el objetivo del G21: “un coche pequeño y con un consumo eficiente”.

Aunque durante el proceso de desarrollo del Prius, iban surgiendo intensas presiones para hacer más y más en menos tiempo y progresar más rápido, Uchiyamada mantuvo su sistema de trabajo teniendo profundas discusiones con los equipos y considerando múltiples alternativas para el diseño final, según su metodología. En Septiembre de 1994, se tomó la decisión de que el Prius sería finalmente un vehículo híbrido, lo cual forzaría a una mayor eficiencia en el consumo de combustible, y se presentaría el primer concept car en el Salón del Automóvil de Tokio en Octubre de 1995. En menos de un año, el equipo de Uchiyamada trabajó sin descanso para diseñar el híbrido y tenerlo listo para el Salón de Tokio. En Junio de 1995, el Prius se convirtió en un proyecto de desarrollo oficial dentro de Toyota y se decidió que la fecha de lanzamiento sería en Diciembre de 1998 o principios de 1999 en caso de contratiempo. Este plan para el Prius, contemplaba un año para el desarrollo del prototipo completo, un segundo año para depurar el prototipo y el tercer año para finalizar la versión de producción y preparar la fabricación. Considerando que el Prius tenía una tecnología de producto nueva con una línea de producción también nueva, el tiempo previsto para el proyecto era extremadamente ajustado. En Agosto de 1995, la presión sobre los plazos para el desarrollo del Prius, se fueron haciendo cada vez más intensos. En ese momento fue cuando el nuevo presidente de Toyota, Hiroshi Okuda, proclamó la importancia del proyecto G21 y destacó que el nuevo modelo de automóvil, podría cambiar el curso del futuro para Toyota. A Uchiyamada le impactaron enormemente estas declaraciones. Él estaba trabajando en el diseño de un coche que podría cambiar el futuro de Toyota y sin embargo su fecha de lanzamiento se había adelantado a Diciembre de 1997. ¡Un año completo del plazo acordado previamente había desaparecido!

El Toyota Prius fue finalmente lanzado al mercado en Octubre de 1997, dos meses antes de la fecha fijada, y su acogida en el mismo, fue extraordinaria, Los clientes potenciales bombardearon a Toyota con peticiones y a finales de Marzo de 1999, las ventas en Japón alcanzaron las 22.000 unidades. Hasta el día de hoy, se han fabricado tres generaciones diferentes del Prius.


La Generación
1 fue la primera en ser lanzada solo para el mercado japonés, con el objetivo de probar las nuevas tecnologías del vehículo en un entorno cercano. Se vendieron 70.000 unidades y aunque algunos vehículos tuvieron problemas de baterías, no se conoce que hubiera otras dificultades.


La Generación II del Prius, se comenzó a vender a nivel mundial en el año 2000. Estos nuevos vehículos, se lanzaron mejorados respecto a la Generación 1. Como es de imaginar, Toyota no quería correr ningún riesgo dañando su reputación como el fabricante de coches más fiable del mundo, sobre todo en unos de sus mayores mercados, el americano. Aunque el Prius Generación 1 y el Prius Generación II eran muy similares en su aspecto exterior, las diferencias estaban en la parte mecánica y sobre todo en el conjunto de baterías. En el Prius Generación II, las baterías disminuyeron de tamaño y aumentaron enormemente su fiabilidad.


El Prius Generación III se lanzó al mercado mundial en el año 2000 y es el modelo que se vende en la actualidad. Aunque la estética exterior de la Generación III es algo diferente a la de los modelos anteriores, lo que realmente cambió fueron las prestaciones del motor y el sistema de control del vehículo, con un motor más potente y menos consumo de combustiblle.


Ciertamente, el propulsor híbrido del nuevo automóvil de Toyota y sus prestaciones, han causado un gran revuelo en el mercado mundial. Pero lo que es más importante de toda esta historia y lo que puede haber dado mayores beneficios intangibles a la marca japonesa, han sido las innovaciones en los procesos de desarrollo de los productos. Estas innovaciones fundamentales basadas en las experiencias obtenidas durante el diseño del Prius, son ahora utilizadas en todos los nuevos desarrollos de Toyota y han permitido alcanzar el objetivo de lanzamiento constante cada 12 meses, de programas de nuevos productos. Toyota ya no vence a sus rivales en los procesos de fabricación, donde todos los fabricantes de automóviles están más o menos igualados. Toyota aplica los sistemas Lean en el desarrollo de sus nuevos productos: el que ahorra se lama Lean Development Product System (LPDS). Lo que ha hecho posible el proyecto G21 y Uchiyamada, es que los retornos del desarrollo del Prius hayan sido astronómicos con unas inversiones muy bajas. Otra vez y como ya ocurrió en el año 1973
, frente a una nueva crisis del petróleo, Toyota tiene hoy en el mercado, el coche que necesita antes que sus competidores. Y como acabo de contar con esta historia, en Toyota nada es fruto de la casualidad, pese a que también se equivoquen muchas veces.

Referencias

http://www.cleangreencar.co.nz/page/prius-history

http://youtube.com/watch?v=Zyv3h_t-q-4

http://www.youtube.com/watch?v=Wil4xOq5anM&NR=1

http://www.amazon.com/Toyota-Product-Development-System-Integrating/dp/1563272822/ref=pd_bbs_4?ie=UTF8&s=books&qid=1211800393&sr=8-4

jueves, 15 de mayo de 2008

Lean Supply Chain (LeanSC)

El pasado 8 de Mayo se celebró en el Hotel Miguel Ángel de Madrid, una jornada sobre la OPTIMIZACIÓN DE LA GESTIÓN DE LA CADENA DE SUMINISTRO a la que asistieron compañías de diferentes sectores y actividades relacionadas con la fabricación, la logística y la cadena de suministro.


La conferencia que ofrecí a los presentes versó sobre LEAN SUPPLY CHAIN (LeanSC), un nuevo concepto que se va “colando” poco a poco en las compañías, aunque realmente no es tan nuevo, y que no es mas que una mezcla de ideas ya de sobra conocidas: por una parte el modelo de Cadena de Suministro nacido en los años 80 con la mundialización de la economía y por otra, el pensamiento Lean surgido del sistema de producción Toyota.

Durante la charla, traté de definir cuales son considerados en la actualidad los puntos fundamentales en los cuales cualquier Cadena de Suministro debe trabajar actualmente y en el futuro, para avanzar hacia la LeanSC. Son los siguientes:

  1. Mejorar las señales de la demanda entre los clientes y los nodos de la SC.
  2. Reducir los costes y los desperdicios en la SC.
  3. Estandarizar los procesos y los productos lo máximo posible.
  4. Adoptar estándares industriales del sector.
  5. Generar la cultura, la estrategia y la capacidad de aprendizaje en la evolución.
  6. Crear colaboración entre las empresas de la SC.

Todos estas características hacia las que debe converger una Cadena de Suministro Lean, provienen del mundo Toyota, del pensamiento Lean surgido a mediados de los años 90. Sin embargo, una reciente encuesta realizada a diferentes compañías alrededor del mundo por la sociedad americana APICS, prueba que todavía una gran cantidad de empresas están muy retrasadas en la consecución de resultados para cada uno de estos atributos.

¿Y por donde empezar? Esta claro que una empresa no debe iniciar el proyecto Lean en su Cadena de Suministro, tratando de mejorar todos estos puntos a la vez. Si yo tuviera que aconsejar por cuales de ellos empezaría el camino hacia la Lean Supply Chain, apostaría por mejorar las señales de la demanda (1) e iniciar los cambios culturales y estratégicos(5).

El punto 1, mejorar las señales de la demanda entre los clientes y los nodos en la Cadena de Suministro, se refiere a que el producto debe de ser “estirado” a través de todo los procesos de la cadena desde la demanda de los clientes finales, a los cuales hay que proporcionarles después, el valor que ellos esperan del servicio o el producto. Idealmente, las señales deben transmitirse desde el punto desde donde se produce la venta y enviarlas aguas arriba hacia TODOS los nodos de la Cadena de Suministro, de la manera más rápida posible. El manejo inmediato de la información y su envío en pequeños paquetes a través de los procesos (tipo Kankan) es una de las principales características del sistema Toyota, según Fujimoto, frente a las empresas más tradicionales. Estos mecanismos minimizan las necesidades de realizar forecasting y evitan el “efecto bullwhip” en la LeanSC al estar todos los nodos conectados y con visibilidad en tiempo real.

Los sectores de distribución y consumo, las fábricas de automóviles o ciertas empresas de Internet como DELL o Amazon, ya emplean mecanismos de señal de este estilo. Pese a todo y aunque muchas compañías creen “tenerlo listo”, hay todavía mucho camino por recorrer. En la encuesta realizada por APICS, SOLO el 15% de las empresas encuestadas, tenían señales en tiempo real a través de su Supply Chain!!!

El punto 5, versa sobre la necesidad de generar la cultura Lean, la estrategia de la compañía y la capacidad de aprendizaje en la evolución de las compañías, según se va progresando en la implantación y las mejoras a través de la Lean Supply Chain. Este es uno de los mayores retos a los que hay que enfrentarse cuando se quiere diseñar y operar una Cadena de Suministro Lean, las personas, tanto de dentro como de fuera de la compañía que lidera la Supply Chain. y que casi ninguna compañía tiene claro. Todos los actores y los participantes en los procesos, necesitan conocer la estrategia y los compromisos de la dirección y el camino a seguir para llegar a los objetivos. Es importante sentir como toda una organización LeanSC ve a su gente como activos imprescindibles a los cuales debe apoyar y desarrollar. La formación de las personas en temas LeanSC es fundamental para que toda la organización hable en los mismos términos y que haya expertos dando apoyo a los proyectos de transformación.




Según Takahiro Fujimoto, este último punto es el más ha contribuido quizás en el éxito de Toyota, empresa de donde proviene el pensamiento Lean y por otra parte el aspecto menos conocido. Fujimoto lo llama “apacidad de aprendizaje en la evolución” o "Evolutionary learning Capability" (E.L.C.) y consiste en lo que él llama un “sistema de resolución de problemas en dos niveles”. En el primer nivel se da soluciones a los problemas y en el segundo se convierten las soluciones en rutinas dentro de las capacidades organizativas, estandarizándose de nuevo los procesos. Este potente elemento, actúa como una bomba de realimentación continua, haciendo que el avance hacia la mejora y la excelencia no se detenga nunca. Precisamente uno de los problemas con los que se encuentra las empresas que pretenden construir una Lean Supply Chain, es que al cabo del tiempo la fuerza inicial en el lanzamiento del proyecto, va desapareciendo poco a poco hasta llegar a desaparecer en muchos casos por falta de cultura en crear la capacidad de aprendizaje en la evolución. Fujimoto sostiene que Toyota se ha equivocado muchas veces, pero tras el fracaso, siempre ha encontrado nuevas soluciones a sus problemas incorporándolas a sus rutinas y a sus procesos.

Diseñar y operar una LeanSC no es tarea fácil. Requiere perseverancia, inteligencia y decisión. Construir una LeanSC no es un destino, es un largo viaje sin fin. ¿Merece la pena? Por supuesto por que diseñar y gestionar una LeanSC para los productos y servicios de una compañía, mejora los resultados a largo plazo, asegura el futuro y entrega mayor Valor a los clientes.

La jornada concluyó con la presentación de August Casanova, Director General del Instituto Lean Management, que incidió nuevamente sobre la importancia de la cultura y la estrategia empresarial para llevar adelante con éxito el diseño y la implantación de la Lean Supply Chain en una compañía y las empresas que colaboran con ella. Finalmente August presentó varios casos reales de Cadenas de Suministro que utilizan las tecnologías de Internet para enviar señales inmediatas a las fábricas y personalizar los productos en función de los pedidos de los clientes a través de la mass-customization. Entre los más curiosos, cabría destacar el de las zapatillas Reebok (te las fabrican a tu gusto), los pantalones Levi´s (los hacen de tu talla a medida) o las muñecas “my twinn”, compañía que fabrica muñecas con la cara igual a la niña a la que se la regalan sus padres.


Referencias
http://www.bus.iastate.edu/jvblackh/LeanSC.pdf
http://www.institutolean.org/

martes, 6 de mayo de 2008

El juego LEANSIGMA

En las dos ultimas semanas de Abril, impartí como formador en la fábrica que la compañía PSA Peugeot tiene en Madrid, unas jornadas sobre formación LEANSIGMA.


Durante cuatro días, se enseña a los alumnos los conceptos fundamentales del pensamiento LEAN (del que ya les he hablado en entradas previas de este blog) con gran cantidad de ejemplos prácticos que ayudan a comprender el origen y la aplicabilidad de los mecanismos que utilizan en sus procesos y Cadenas de Suministro empresas como Toyota, DELL o Inditex.

En una de las sesiones, los asistentes pueden comprender "jugando" de manera directa con WINNING, las consecuencias de la aplicación del sistema LEAN, trabajando sobre una pequeña "fabrica" que se instala en el aula de formación. Los participantes en las jornadas, deben tratar de suministrar productos a un "exigente" Cliente con filosofía PULL - JIT. Durante tres partidas de 12 minutos, las cosas deben ir mejorando partida a partida con WINNING (ganando en inglés) hasta conseguir...ganar dinero y cumplir con el cliente, justo a tiempo, siempre eliminando el desperdicio y siempre mejorando...

WINNING es un método muy atractivo, fácil y divertido de aprender LEAN jugando.


La segunda parte de las jornadas en PSA Peugeot, se dedicó a la explicación y práctica de 6SIGMA, que es una metodología de mejora de calidad y reducción de la variabilidad de los procesos que se puso en marcha en los años 90 en Motorola y se adapta muy bien a la filosofía LEAN. Por eso muchas empresas está realizando en la actualidad programas de mejora LEANSIGMA, para introducir los sistemas LEAN a través de procesos de calidad 6SIGMA. La metodología 6SIGMA fue una evolución del TQM (Total Quality Management) de Juran, junto con el SPC (Statistic Process Control) que pretendía relanzar los sistemas de mejora de calidad en los años 90. Algún día les contaré esta historia.

La última sesión de la jornadas en PSA Peugeot, estuvo dedicada a aplicar lo aprendido utilizando para ello juego el LEAN OFFICE. Es un juego parecido al WINNING pero éste emplea los procesos, mas o menos burocráticos, de una oficina con el objetivo de aplicar sistemas LEAN utilizando la metodología 6SIGMA. El desarrollo del juego fue un éxito y los aplicados alumnos consiguieron cobrar todas las facturas a los clientes en un tiempo record !!!!!!!!!

Referencias
http://youtube.com/watch?v=lgyZN6kp2LA




jueves, 1 de mayo de 2008

El pensamiento LEAN

Lean, Lean, Lean…pensamiento Lean, fabricación Lean, servicios Lean, cadena de suministro Lean….¡todas las cosas en las compañías de hoy en día tienen que ser Lean! ¡Que barbaridad! Lean se ha convertido en algo pegadizo que se contagia de empresa a empresa, como todas las modas, sin saber muy bien la razón....una cura milagrosa!!!!

En una reciente encuesta que se realizó entre un grupo de Directores Generales de importantes compañías nacionales sobre el significado de concepto “ser Lean”, se encontró que existe una gran variedad de interpretaciones y que para cada entrevistado, el concepto Lean, representa una cosa diferente. Entre otras respuestas, se podrían destacar:

  • Lean es una forma de reducir costes.
  • Lean se utiliza para la mejora de la calidad.
  • Lean mejora la productividad de nuestras operaciones.
  • Lean ataca los desperdicios para entregar el máximo valor a los clientes.
  • Lean es un “invento” los japonés para mejorar sus fábricas.

Si bien es cierto que ninguna de las respuestas dadas por los Directores Generales es absolutamente falsa, también se puede decir que estas contestaciones prueban que la visión que se tiene sobre Lean en el mundo empresarial, está demasiado orientada a mejoras muy tradicionales y superficiales de los procesos de una compañía, con un cierto sesgo de renovación, utilizando técnicas que mal empleadas pueden resultar “folklóricas”, y que ciertamente, fueron creadas por los japoneses. Pero lo que en ningún caso se menciona como parte de Lean, es el importante papel que juegan las personas, sus capacidades y su involucración en el sistema, como parte fundamental para la implantación del Lean en una compañía.

Seguramente, el origen y la evolución a partir del cual surgió el “pensamiento Lean” en los años 90 del siglo pasado, pueda ser una de las razones por las cuales la mayoría de los especialistas en Lean no contemplen explícitamente la importancia de las personas, como una de las partes fundamentales de un sistema Lean y la capacidad de la propia organización de la compañía para aprender en el tiempo, con la evolución del propio sistema. Déjenme que les cuente la historia de manera abreviada del Lean, para que me entiendan mejor.

Cuando el 17 de Octubre 1973, la OPEP anunció que dejaría de exportar más crudo a los países occidentales que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur, se produjo la primera gran crisis del petróleo. Los precios subieron de golpe un 17% hasta llegar a los 3,65 dólares por barril (hoy estamos ya a 115 dólares), provocando además, cortes en el suministro a nivel mundial. Todas estas circunstancias políticas y económicas, fueron las que inicialmente hicieron tambalearse durante aquellos años a las principales economías occidentales. Hasta ese momento, los 3 Grandes fabricantes de automóviles de América del Norte (GM, Ford y Chrysler), habían gozado de una situación dominante en el mercado americano. Ningún otro fabricante que no fueran ellos mismos, había tenido hasta el momento la más mínima oportunidad de crecer en un mercado como ese. Los americanos compraban coches grandes, cómodos, que consumían galones y galones de combustible, menospreciando los coches pequeños de "estilo europeo". Pero en ningún momento se habían encontrado los 3 Grandes en unas circunstancias parecidas, en las cuales la subida drástica del precio del petróleo y el control sobre las emisiones de los gases de los escapes, hizo surgir la necesidad de vender modelos de coches de los que ellos no disponían en sus gamas. Además, en el año 1975 el Congreso de los Estados Unidos dictó la norma CAFÉ (Corporate Average Fuel Economy) con el objetivo de mejorar el consumo de los automóviles, furgonetas y camiones ligeros vendidos en el país. Por primera vez en la historia y después de la promulgación de la norma CAFÉ, los coches más pequeños, más manejables y más seguros empezaban a constituir un pedazo cada vez más importante del mercado americano. Pero ninguno de los 3 Grandes diseñaba ni fabricaba este tipo de vehículos y la mayoría de la demanda comenzó a ser cubierta por coches importados de Japón.

En octubre de 1979, el Sha de Persia abandonó temporalmente el país por razones medicas. El 4 de Noviembre de ese mismo año, un grupo de estudiantes iraníes tomaron como rehenes a 66 diplomáticos y ciudadanos americanos que se encontraban en el interior de la Embajada de los Estados Unidos en Teherán. Durante los siguientes 12 meses, el precio del barril alcanzó los 39,50 dólares, el precio real más alto (descontada la inflación) alcanzado jamás por el petróleo hasta 2006. Como resultado de las dos crisis del petróleo de esa década, la importación de vehículos japoneses se incrementó desde las 500.000 unidades al inicio de los años 70 hasta el millón de unidades en 1975 y casi los 2 millones de unidades durante la crisis de 1979. La respuesta inmediata por parte de los americanos a la invasión de automóviles desde Japón, fue puramente política protegiendo su mercado con cuotas de importación. Por lo que hoy conocemos, estas acciones trajeron consigo consecuencias muy perjudiciales para el desarrollo de su industria automovilística en años posteriores. Todas estas medidas tan solo permitieron sanear las pérdidas de los 3 Grandes y dotar de cierta flexibilidad a sus fábricas, pero no les forzaron a llevar a cabo las mejoras de calidad y productividad con el fin de incrementar su competitividad frente a sus rivales del otro lado del Pacífico. Por último y lo más importante de todo, es que las empresas americanas, no se dedicaron a conocer y a analizar a las empresas japonesas y cual podía ser la mejor manera de competir con ellas en el futuro.

GM, Ford y Chrysler pensaron que las marcas del otro lado del Pacífico no serían capaces de diseñar coches más grandes al “gusto local” y que los conductores americanos volverían al rebaño de los 3 Grandes cuando se cansaran de conducir automóviles utilitarios extranjeros. Además, y lo que fue más grave, despreciaron y no tomaron en consideración las nuevas técnicas de gestión para la fabricación y el suministro a las plantas que habían implantado en sus propias fábricas en Japón. Sin embargo y pese a la incredulidad de muchos, desde entonces nada iba a ser igual en las líneas de montaje de las fábricas de automóviles de Estados Unidos. La revolución japonesa había llegado a América.

Téngase en cuenta que el modelo productivo en el que se basaban las fábricas americanas, desde los tiempos de Henry Ford, era la producción en masa (mass production) y que el sistema utilizado por los americanos durante esos años para el control de la producción y los inventarios era el MRP (Material Requirement Planning) basado en la planificación de la demanda “empujando” los materiales y los productos a través de la líneas de producción. Es posible que en 1977 apareciera uno de los primeros artículos en la prensa nacional de los Estados Unidos, concretamente en la American Machinist, sobre el particular sistema de gestión que utilizaba Toyota en sus fábricas de Japón. Los primeros seminarios y conferencias entre los técnicos y los ingenieros americanos para difundir los conocimientos sobre las prácticas y los métodos de Toyota en los propios cuarteles generales de los 3 Grandes, se comenzaron a celebrar a finales de los años 70.

Lo que más se destacaba en estas charlas, era el hecho de que en las fábricas japonesas todos los materiales llegaban desde los suministradores a su punto de montaje “justo a tiempo para ser consumidos” sin apenas tener inventario en las plantas. Los japoneses no tenían apenas stocks, ni apilaban montañas de materias primas por todos los lados a la espera de ser procesados, como ocurría en las fábricas de Estados Unidos. Lo que resultaba más extraordinario es que toda esta gestión de los inventarios y control de la producción, lo hacía posible el uso de unas tarjetas de colores que corrían por toda la fábrica y que los japoneses llamaban kanban. Por esta razón en los primeros momentos el sistema de producción Toyota se popularizó en todo el mundo con la abreviatura JIT, que es el acrónimo en ingles de la frase “just in time” o su equivalente en español “justo a tiempo".

Estos y otros mecanismos JIT relacionados con la fabricación que utilizaba Toyota en sus fábricas para mejorar la producción y el suministro, fueron interpretados como los elementos necesarios e imprescindibles que se requería aplicar de inmediato en las fábricas americanas de los 3 Grandes, para mejorar la productividad y la eficiencia. Por todo ello, durante esos años algunos ingenieros americanos, convencidos de los beneficios del “just in time”, decidieron implantarlo de manera entusiasta. La primera aplicación del JIT en los Estados Unidos de la que se tiene noticia fue probablemente en Kawasaki entre 1975 y 1978, en la fábrica de motocicletas y motores que esta compañía tenía en Lincoln, Nebraska. Sin embargo el nivel de conocimiento y la concienciación entre los lideres y técnicos de las principales compañías americanas sobre el sistema “just in time” o el sistema de gestión de Toyota, era bastante bajo todavía a principios de la década de los 80 y fue ganando popularidad e interés según por parte de las revistas de negocios americanas.

No existe demasiada información sobre las primeras implantaciones de la aplicación del JIT en las fábricas de Estados Unidos y los resultados que de ellas se obtuvieron, pero lo que si se sabe, es que la sensación general no fue nada positiva y que se produjeron muchos fracasos al intentar copiar de manera parcial, aquello que los ingenieros habían visto funcionar en las plantas japonesas. En aquellos momentos, se empezaba a dudar sobre las posibilidades reales de transportar el modelo JIT desde Japón a las plantas americanas. Alguna de las controversias que surgieron en cuanto a su transportabilidad, fueron debidas al hecho de que el termino JIT, no significaba lo mismo para toda las personas que trabajaban con él.

Mientras que para algunos el JIT representaba un sistema de creencias sobre la filosofía de producción, para otros se trataba más bien de una colección de métodos y herramientas a aplicar directamente en las fábricas. Algún autor de la época, describió esta dicotomía dividiendo el JIT en dos categorías: el JIT romántico y el JIT pragmático. Para unos, el JIT romántico se orientaba hacia la grandilocuente retórica que se había construido alrededor de la consecución de metas absolutas e idealizadas que se habían creado entorno a los siete ceros: cero inventarios, cero defectos, cero averías, etc… con el objetivo de inspirar una atmósfera de mejora continua. Para otros, el JIT pragmático, se componía de una serie de métodos y herramientas entre los cuales se contaba el cambio rápido de maquinas (SMED), los kanbans, el diseño de lay-outs de las fábricas, el mantenimiento preventivo planificado de las máquinas (TPM), el control de calidad (TQM) y muchas técnicas más, cuya puesta en práctica en las fábricas, debía conducir a la obtención del clima de mejora continua pretendido por el JIT romántico.

Pero había algunas cuestiones vitales que hasta entonces habían pasado por alto las compañías americanas en su interpretación de modelo Toyota. A saber, la involucración de las personas y la actitud de éstas frente a las mejoras y los cambios que requiere siempre una transformación de este tipo. Además los pioneros de Toyota tenían dentro de su genética empresarial una filosofía a largo plazo que llevaba intrínseca una evolución hacia un nuevo modelo de gestión de las compañía que los americanos no supieron interpretar. Finalmente y principalmente por estos motivos, las implantaciones del JIT fracasaron en su mayoría y todo ello se atribuyó a que el JIT era un modelo japonés que solo podía funcionar en Japón, debido a las grandes diferencias culturales y del modelo de gestión de las compañías que existía entre un lado y otro del Pacífico.

Durante largo tiempo, en Occidente estuvo mal visto hablar de JIT. “Eso no funciona aquí” era el argumento con el que se contestaba a cualquier intento de utilizar ese modelo en una fábrica americana o europea. Todos los fabricantes occidentales le dieron la espalda al JIT y continuaron con sus técnicas de producción en masa y pidiendo a los gobiernos más protección arancelaria en las fronteras. Las marcas japonesas comenzaron a plantearse en aquellos momentos la posibilidad de “transplantar” sus fábricas a Estados Unidos. Honda ya había montado una primera planta en el año 1979 en Marysville (Ohio) para fabricar motos, y posteriormente comenzó la fabricación de automóviles en esa misma planta, el Honda Accord, en noviembre de 1982. En ese mismo año, Toyota no terminaba de tenerlo claro y fue entonces cuando apareció la oportunidad de probar su modelo de gestión y producción en USA, aprovechando la oportunidad que le brindó uno de sus competidores. Coincidió que General Motors tenía una vieja planta de fabricación de camiones que había cerrado hacía unos meses en Fremont (California) y le ofreció a Toyota la oportunidad de volver a arrancar la producción usando su TPS (Toyota Production System). Finalmente los dos fabricantes firmaron un acuerdo (joint venture) en 1983 en el que GM veía la oportunidad de aprender el TPS, mientras que Toyota iba a poder tener su primera fábrica en Norte America y probar al mismo tiempo su sistema de gestión y producción en un entorno americano, corriendo unos riesgos limitados. La nueva empresa se denominó NUMMI (New United Motor Manufacturing, Inc.) y arrancaría la producción en Junio de 1985, consiguiendo en pocos meses unos excelentes números de productividad, calidad e inventarios. La experiencia sirvió para demostrar que el TPS (o el JIT como había sido conocido hasta entonces en USA) podía funcionar con éxito fuera de Japón, siempre y cuando se hiciera una implantación completa del modelo, que contemplara la gestión de las personas y la estrategia a largo plazo de la compañía.

En el año 1984, un grupo de investigadores del prestigioso M.I.T (Massachusetts Institute of Technology) decidieron llevar a cabo un estudio más detallado de las técnicas japonesas al que ellos llamaron en aquel momento “producción ajustada”. Después de cinco años de duro trabajo y estudio en diferentes sectores industriales, principalmente el del automóvil, este equipo de trabajo del M.I.T concluyó que los principios del JIT o de la “producción ajustada” se podían utilizar de la misma manera en todas las industrias del mundo y que la aplicación de sus principios universales, favorecería a toda la sociedad. Finalmente en 1990, James P.Womack, Daniel T. Jones y Daniel Roos, publicaron su estudio en forma de un libro que titularon, “La máquina que cambió el mundo”. Este libro se hizo famoso rápidamente en el mundo de la gestión empresarial, ya que venía a demostrar que las industrias de occidente habían recorrido un largo camino desde las crisis del petróleo en los años 70 hasta los finales de los 80, para mejorar sus sistemas de gestión y de producción. Pero los autores también denunciaban en su obra que quedaba mucho por hacer, ante lo cual las empresas occidentales no podían demorarse más, ya que la “producción ajustada” era un “modo superior de hacer las cosas” que traería enorme beneficios a las compañías que la utilizaran.

Dado el gran éxito alcanzado con su primer libro, Womack y Jones se decidieron en el año 1996 a publicar su segundo libro, Lean Thinking. La elección del titulo de la obra que significa “pensamiento ajustado”, fue de los hecho más afortunados que les sucedió a sus autores, ya que desde ese mismo momento, el sistema de “producción ajustada” que provenía de Japón y de Toyota, pasó a denominarse Lean en el mundo empresarial de Occidente. La citada palabreja la había utilizado por primera vez un miembro del M.I.T., John Krafcik, tratando de explicar que la “producción ajustada” es Lean, porque utiliza menos recursos en comparación con la producción en masa. El término Lean significa en inglés: magro, frugal, sin grasa, pobre, escaso. Cualquiera de estos términos, podía ser utilizado para describir este sistema productivo que trataba de eliminar el desperdicio, lo superfluo, aquello que no añadía valor y por ello la palabra Lean fue rápidamente aceptada por todos.

El libro Lean Thinking fue excepcionalmente bien recibido por el mundo empresarial en esos años. Los creadores del Lean, resumen en cinco puntos lo que ellos consideran fundamental para que una compañía pueda mejorar en camino del “pensamiento ajustado”:

  • Especificar Valor: El valor sólo puede ser definido por el cliente final.
  • Identificar la cadena de valor: Identificar y mostrar la enorme cantidad de desperdicio.
  • Crear flujo: Reducir los tamaños de lote y el inventario en proceso (WIP).
  • Permitir al cliente hacer pull del producto a través de la cadena de valor: Fabricar sólo lo que el cliente ha pedido.
  • Buscar la perfección: Mejorar continuamente la calidad y eliminar todo tipo de desperdicio.

Curiosamente, a Womack y Jones se les olvida citar en su obra, que estos principios del Lean, no son nada nuevo, sino que provienen en su mayoría del sistema de producción Toyota y de los principios de la producción en masa de Henry Ford. ¿Pero estos puntos que ellos señalan son suficientes para que una compañía sea Lean? Mi opinión es que faltan tres cuestiones fundamentales que deben considerarse desde el momento en que una compañía quiere mejorar en el camino hacia el Lean:

  • La estrategia de la empresa a largo plazo.
  • El papel que juegan las personas de la organización.
  • La capacidad de aprender en la evolución, al implantar Lean en la compañía.

Sin tener en cuenta estos tres elementos vitales que no aparecen por ninguna parte en el Lean Thinking de Womack y Jones, se corre el gran riesgo de repetir el mismo error que se cometió en la implantación del JIT folklórico en Estados Unidos en los años 80 y frustrar las intenciones de progresar en la implantación del Lean en una compañía. Ahora que ya conocemos la historia del Lean, les diré que yo prefiero hablar del TPS (Toyota Producion System) que es al fin y al cabo el sistema de donde proviene el Lean Thinking, como el modelo a seguir en la implantación de una "compañía ajustada". Y para acabar esta larga entrada, decirles que no se tomen el Lean "de golpe" como un bote de pastillas, como la "formula mágica" ideal que resolverá todos sus problemas....Parafraseando con el origen y significado de la palabra, Lean no es una cura de adelgazamiento en 15 días, sino más bien un cambio en los habitos de comer de su empresa....y eso requiere tiempo, convicción y perseverancia en el proposito.

Lo seguiremos comentando en próximas entradas.

Referencias.

www.nummi.com

http://maaw.info/ArticleSummaries/ArtSumWomackJones96.htm

http://www.amazon.com/Evolution-Manufacturing-Systems-at-Toyota/dp/0195123204

http://en.wikipedia.org/wiki/1973_oil_crisis