miércoles, 16 de julio de 2008

De Toyoda aToyota: la historia de un nombre

En la compañía Toyota, las casualidades y las circunstancias del momento, en muchas ocasiones han conducido a cambios positivos e incluso han llevado al fracaso o la bancarrota, pero estas situaciones siempre han sido aprovechadas para buscar soluciones o nuevas prácticas que han acabado integrándose en las rutinas, los procesos y formando parte de la ventaja competitiva de la compañía. Esto no esta muy claro que lo comprenda toda la gente que habla del pensamiento Lean, como la continuación del Sistema Toyota. Este aspecto que aquí comento, Lean no lo destaca como yo creo que merece ser considerado.

Si hay algo que despierta la curiosidad entre la gente cuando se le cuenta la historia de Toyota, es el origen de su nombre y la evolución en el diseño de su logo. Es cierto que fue fruto de la casualidad y de las circunstancias del momento histórico que vivía en esos momentos la compañía que fabricaba coches y camiones para que acabara llamándose Toyota. Pero no es menos cierto, que el factor “dar sentido a las cosas” que ha impregnado siempre el ADN de sus fundadores, tiene mucho que ver con este episodio. Hay varias versiones sobre el cambio de denominación de la compañía, aunque yo me atrevo a pensar, por lo que he leído e investigado, que el resultado final fue la unión de varios hechos que a continuación paso a explicar.

Como ya he comentado en la entrada anterior, el apellido del fundador de la empresa era Toyoda, que en japonés significa “campo de arroz fecundo”, un apellido que destacaba las actividades de la familia cuando cultivaba campos de arroz en su aldea de Yamaguchi. Cuando Sakichi Toyoda fundó su compañía de telares, usó su propio apellido para darle nombre a la firma y posteriormente, cuando comenzaron a fabricarse automóviles en las fábricas de Toyoda, estos vehículos llevaban en su capó el viejo logo de la Fábrica de Telares Automáticos Toyoda.

Antiguo logo de Toyoda

En Septiembre de 1938 y durante una exhibición en Tokio, se mostraron por primera vez, todos los vehículos que fabricaba Toyoda en es momento: el modelo AA, el convertible AB y una versión mejorada del camión llamada GA. Por fin Kiichiro Toyoda podía respirar tranquilo. Como él mismo había planeado, la compañía había conseguido fabricar coches y camiones. Para acabar de rematar estos momentos de felicidad, en esas mismas semanas el gobierno Japonés comunicó a Kiichiro que la Fábrica de Telares Automáticos Toyoda había recibido una de las dos licencias que permitían fabricar automóviles en Japón (la otra fue a parar a manos de Nissan).

Prototipo del modelo AA en 1937

Aprovechando todas estas circunstancias positivas, el responsable de ventas de Toyoda, Shotaro Kamiya, sugirió la necesidad de encontrar un nuevo logo para la marca y de esa manera, atraer al público y a los posibles clientes. Se recibieron más de 27.000 propuestas y finalmente el escogido, fue un logo que incorporaba el nombre Toyoda escrito horizontalmente en caracteres japoneses y rodeado por un círculo.

Logo definitivo de Toyota

Cuenta la historia que fue entonces cuando Risaburo Toyoda (cuñado de Kiichiro y presidente de la firma) al ver el nuevo logo, insistió en hacer un cambio a la idea original. Risaburo quiso que el nombre fuera Toyota en lugar de Toyoda, como el apellido de la familia.

La explicación era sencilla. Se requerían ocho golpes de pincel para escribir Toyota y ocho es un número de la suerte en Japón, ya que representa el crecimiento, el éxito. Por otro lado, Toyoda requería diez golpes de pincel y el carácter japonés resultante en katakana, representaba la mala suerte.

Después de las dificultades pasadas por la compañía en los años anteriores, Risaburo no veía la necesidad de tentar a la suerte otra vez. Así fue como Toyoda pasó a ser para siempre Toyota. ¡Ah! Y además la palabra Toyota en japonés, no significa NADA... porque vender coches que se llamaran “campo de arroz fecundo”, tenia guasa aunque fuera en Japón.....¿no lo creen ustedes así?

NOTAS SOBRE LA ESCRITURA JAPONESA:

Los kanji son los caracteres chinos utilizados en la escritura de la lengua japonesa que representan conceptos por si mismos. En este tipo de escritura, Toyoda y Toyota se escriben igual.

El otro silabario japonés es el katakana. Estos caracteres, al contrario que los kanji, no tienen ningún valor conceptual, sino únicamente fonético. Gráficamente, son símbolos que se presentan con formas angulosas y geométricas. Obsérvese que en este tipo de escritura, la palabra Toyoda tiene dos comillas al final (llamadas oficialmente "ten-ten") y requiere de diez trazos para ser dibujado (cuenten, cuenten).


Sin embargo en la palabra Toyota, solo se requieren ocho trazos al desaparecer las comillas del final.



jueves, 10 de julio de 2008

La Histora de Toyota (Primera Parte)

Ya saben los lectores que soy un entusiasta de la historia de la industrialización. Sostengo que es punto menos que imposible comprender de donde venimos y planificar hacia donde vamos en futuro del desarrollo industrial, sin conocer los orígenes de las primeras fabricas en la Inglaterra del siglo XIX, las dificultades de los pioneros del automóvil a principios del XX en Estados Unidos o los éxitos más recientes de los que llegaron con la industrialización japonesa.

Y si hablamos en particular desde este blog del pensamiento Lean, no es posible entender qué es y qué significa Lean sin conocer con cierto detalle la historia del nacimiento y desarrollo de la compañía Toyota, donde tuvo su origen el Toyota Production System, punto indiscutible de la génesis del actual Lean.



Por todo ello, he leído con entusiasmo y fruición el libro más completo sobre la historia de Toyota, que ha caído hasta ahora en mis manos AGAINST ALL ODDS (contra todo pronóstico) de Yukiyasu Togo y William Wartman. La obra tiene ya sus años (1993) y la he podido comprar en una librería de reventa de segunda mano a través Amazon.

Conociendo el Japón de hoy, muy poca gente es consciente que este era un país absolutamente aislado al exterior hasta el año 1853. Los japoneses tenían miedo de ser invadidos por los occidentales como les había sucedido antes a los chinos y el país permaneció cerrado a los extranjeros, hasta que en ese año, el Commodore Matthew Perry bloqueó con sus barcos de guerra la bahía de Tokio hasta conseguir entregar un mensaje al emperador. Todos estos acontecimientos desembocaron en un profundo cambio político del país y en una apertura hacia el exterior, que trajeron consigo un inicio de la actividad industrial en un país que hasta esos tiempos, había sido fundamentalmente agrícola, feudal y artesano.

El libro comienza contando la historia de Sakichi Toyoda nacido en 1867 en Yamaguchi, una pequeña aldea de cultivadores de arroz y tejedores manuales de telas. Sakichi era un hombre emprendedor, frugal y perfeccionista que pronto empezó a mejorar los telares que utilizaba su familia para tejer las piezas. Estuvo durante muchos años aplicando la mejora continua a sus máquinas, creó varias compañías, se arruinó varias veces y tras sobreponerse a la perdida de sus patentes, creo una empresa que se convertiría en la mayor exportadora de máquinas hiladoras y tejedoras, junto con los tejidos, a China e India. Su mayor éxito al final de su vida, fue el reconocimiento que le dio la compañía inglesa Platt Brothers & Company, la mayor fabricante del mundo de maquinaria textil. Una delegación visitó la Toyoda Automatic Loom Works y le ofreció comprar sus patentes por un millón de yenes, una enorme suma para la época.

Toyoda Sakichi

Sakichi Toyoda había observado el enorme éxito que los fabricantes de coches Ford y Generall Motors habían tenido en el mercado japonés y decidió que usaría el dinero de las patentes en fabricar coches en Japón que compitieran contra los americanos. Cuando Sakichi se lo comunicó a su hijo Kiichiro Toyoda, éste pensó que su padre estaba loco. Kiichiro era un ingeniero mecánico formado en las mejores universidades y sabía que fabricar automóviles con sus miles de piezas, era infinitamente mas complicado que fabricar telares. Finalmente Kiichiro accedió a los deseos de su padre, viajó a las plantas de fabricación de automóviles de Estados Unidos e Inglaterra y siguiendo sus instrucciones, tal como había hecho él cuando entró en el negocio de los telares, Kichiro estudió cuidadosamente sobre el terreno, las mejores máquinas y las mejores fábricas. Tras esta toma de contacto, a Kiichiro ya no le pareció tan complicado fabricar coches y empezó a pensar que aunque sería difícil hacerlo, no iba a ser imposible.

Para comprender el pensamiento Lean o el pensamiento Toyota, es preciso conocer todos estos aspectos de sus orígenes a través de la lectura de este excelente libro, dándonos cuenta del origen humilde de los Toyoda, su meticuloso sistema de trabajo que estaba siempre basado en la observación de la realidad que les rodeaba, para mejorarla posteriormente. Kiichiro pudo constatar que en el futuro, Toyoda debería modificar el sistema de producción en masa americano, ya que en Japón no se esperaba un nivel de ventas de coches parecido al de Estados Unidos.

Toyoda Kiichiro

Cuando Kiichiro regresó de su viaje por el mundo, procedió como lo habría hecho su padre. Preparó un pequeño taller cerrado por un muro en la fábrica de telares y con el mayor de los secretos se puso a trabajar desmontando y estudiando pequeños motores de motocicletas para comprender su funcionamiento. Sakichi Toyoda moriría unos meses mas tarde, el 30 de Octubre de 1930, dejando a su hijo en el camino que él le había marcado.

Hasta Septiembre de 1934 y después de pasar por un sinfín de problemas con el funcionamiento de la maquinaria, las prensas y los materiales, Toyoda no tuvo listo su primer prototipo de motor llamado tipo A. La carrocería del vehículo se tuvo que hacer a mano utilizando martillos y dando así la forma a las planchas de metal. Y cuando todo parecía estar más cerca para poder fabricar por fin los primeros automóviles, Kiichiro decidió que iba a fabricar automóviles y camiones, ya que el gobierno japonés necesitaba de este tipo de vehículos, eran más sencillos de construir y todo ello podía dar un respiro a las maltrechas cuentas de al compañía. El primer prototipo de automóvil, llamado A1, se completo en Mayo de 1935. Su apariencia era muy buena, un sedán negro parecido a un Chevrolet americano con los que tendría que competir en el futuro.

Prototipo del A1

Se trataba de una pequeña victoria de una larga guerra, pero había que celebrarlo tras los muchos esfuerzos realizados para llegar a ese punto. Pero había que empezar inmediatamente con la producción de camiones sino querían tener serios problemas financieros. El primer prototipo para el camión G1 se terminó el 25 de Agosto de 1935 y los primeros modelos se produjeron en las siguientes semanas, pero tenían demasiados problemas y se rompían demasiadas cosas. Kiichiro hizo de la eliminación de los defectos su primera prioridad. Les faltaba experiencia en el diseño y la fabricación de vehículos y trabajaban muy a menudo por “prueba y error”.

A principios de 1937, el departamento de la fábrica de telares de Toyoda se había hecho demasiado grande. La calidad de los vehículos no era nada buena, se rompían demasiado a menudo y el público japonés estaba impresionado por los automóviles occidentales. Simplemente no creían que un fabricante domestico pudiera hacer buenos coches. Mientras tanto las pérdidas seguían siendo cuantiosas ya que sus costes de fabricación eran elevados si se comparaban con los de las plantas que Ford y GM tenían por entonces en Japón. Había llegado el momento de la separación y por ello Kiichiro propuso al consejo de administración la constitución, durante el verano de 1937, de una nueva compañía, la Toyota Motor Company, Ltd. Así mismo El hijo del fundador argumentó la necesidad de construir una nueva fábrica en Koromo, cerca de Nagoya, para producir 1.500 vehículos al mes, levantando una ciudad alrededor para los trabajadores e instalando diferentes industrias de proveedores que servirían con sus piezas a la planta de Toyota. En algún momento contaré en el blog el significado del nuevo nombre puesto a la compañía: Toyota.

Vista aérea de la fabrica de Koromo (1938)

En la nueva fábrica de Koromo se pusieron algunos de los cimientos del futuro sistema de producción Toyota. Kiichiro sabía que no podría apilar y almacenar montañas de piezas esperando para ser montadas como hacían los americanos. Por ello diseñó su planta sin almacenes para componentes, sentando en su mente las bases del sistema que un día permitiría producir solo los componentes del automóvil que fueran requeridos para montar un vehiculo y ni uno más. Por ello Kiichiro les dijo a sus trabajadores que no debían producir componentes si no se necesitaban y marcharse a su casa si habían terminado el trabajo. Por lo tanto, los componentes deberían ser producidos, just in time. En ese instante nacería una de las claves futuras del sistema Lean. Insistió también Kiichiro durante el diseño de la nueva planta, en la idea del flujo de trabajo de una estación a otra, concepto que había aprendido de Ford pero que él quería aplicar hasta sus últimas consecuencias, convirtiéndolo en otro de los pilares del Sistema Toyota y posteriormente el pensamiento Lean.

Después de la Segunda Guerra Mundial Toyota quedó a las órdenes del Cuartel General de las Fuerzas Aliadas y debería seguir produciendo camiones para la reconstrucción del país. El General MacArthur y su staff obligaron a las empresas japoneses a implantar el modelo de sindicatos americanos en sus compañías. A finales de 1948, la Toyota Motor Company atravesaba graves dificultades financieras Kiichiro prometió a sus trabajadores y los sindicatos que no habría despidos si se rebajaban los salarios. Pero los Bancos pensaban de otra manera. Sobraba capacidad de fabricación por todas partes, habría despidos y la producción debería ajustarse a la demanda, convirtiéndose desde entonces y a la fuerza, en otra de las características del Sistema Toyota. Los sindicatos se sintieron traicionados cuando Kiichiro Toyoda anunció el despido de 1.600 trabajadores, se organizó una huelga terrible y durante dos meses la fábrica permaneció parada. Finalmente el 4 de mayo de 1950, Kiichiro dimitió de su puesto y abandonó la compañía que el mismo había creado desde la nada. Finalmente el 10 de Junio y tras unas duras negociaciones, los sindicatos aceptaron las nuevas condiciones y volvieron al trabajo.

Como se puede comprobar por el relato de los hechos, la que se puede considerar la primera parte de la historia de Toyota, estuvo plagada de grandes y graves dificultades que sin embargo hicieron surgir dentro de la compañía, las bases y el espíritu del Sistema Toyota y posteriormente del pensamiento Lean. El ADN de Sakichi y Kiichiro ha impregnado cada una de las capacidades de Toyota a las que, en muchas ocasiones, se ha llegado por “prueba y error”, aprendiendo en la evolución.

Por eso es importante conocer la historia de la industrialización, para poder comprender mejor el origen de muchas de las cosas que damos por supuestas en el mundo de las empresas y que pueden ayudarnos a emplearlas como modelo de aplicación en nuestro entorno.

En la siguiente entrada contaré el resto de la Historia de Toyota que se narra en la obra AGAINST ALL ODDS (contra todo pronóstico) de Yukiyasu Togo y William Wartman.